Discurso Cierre de Año 2020– Cuatro Cadenas
Queridos amigos, en representación de las cuatro cadenas de valor (ACSOJA, ASAGIR, MAIZAR Y ARGENTRIGO), quiero agradecer su presencia y destacar que este es el 10º aniversario del brindis que realizamos en conjunto para despedir el año.
Hoy nos encuentra en un momento de la historia de la humanidad tan particular como impensado para cualquiera de nosotros. La pandemia del coronavirus llegó para derrumbar numerosos paradigmas, y poner a prueba la fortaleza y la resiliencia del hombre para sobreponerse a la adversidad. La situación pos pandemia requerirá esfuerzos importantes para que el país se recupere. Las consecuencias de esta, sumadas a las falencias que nuestro país arrastra, nos obligarán a ello.
Sin embargo, hemos escuchado en la muy buena disertación de Ivo las numerosas posibilidades que se abren para los países productores de alimentos en el escenario a futuro en el mundo. Nosotros, Los Argentinos, podremos capitalizarlo. Pero no es exigiendo más aportes a los sectores de la producción, ni tomando o alentando medidas que desalienten las inversiones de capitales nacionales o extranjeros como lograremos resurgir. Muy por el contrario, se deberán crear las condiciones para poner en marcha el enorme potencial que nuestro país posee intacto.
En este contexto, tanto el sector agropecuario argentino como su industria relacionada han demostrado gran capacidad de reacción al haber podido mantener, en la adversidad, casi invariable su potencial productivo. Y este es un dato significativo: la mayoría de las actividades se resintieron seriamente, muchas de ellas definitivamente. Hoy para nosotros, como miembros de la cadena de valor agroindustrial, es tiempo de balances y de propuestas. Eso nos permite ver, como el sobreviviente del naufragio que se aferra a una madera, nuestras fortalezas en momentos extremos, pero también nuestras enormes debilidades. Estas Debilidades tienen que ver con la falta de inversión para generar aumentos de producción, tanto como para intensificar la agregación de valor en origen.
Esas inversiones, queda claro hoy más que nunca, serán imprescindible para el resurgir de nuestro país. Pero también para lograr una identidad que tenga que ver con el desarrollo federal de nuestro interior vinculado a la ruralidad, en contraposición con el modelo de centralismo hoy vigente. Ya es hora que veamos esto como natural: la Argentina debe concentrar su desarrollo en la Agroindustria porque es el sector más competitivo del país.
En tal sentido queremos destacar la conformación del Consejo Agroindustrial Argentino en plena pandemia, así como las propuestas que este ha realizado a los distintos estamentos de la política nacional. Dentro del mismo, se encuentran representados los sectores de la producción y su industria relacionada, tanto a nivel de los grandes productos como de economías regionales, todos ellos con un enorme potencial exportador. En este momento, el Consejo se encuentra interactuando con autoridades gubernamentales y sus equipos para acordar la presentación de un proyecto de ley, cuyo objetivo es fomentar las inversiones y liberar las potencialidades del sector, en sintonía con lo dicho anteriormente.
Y para ello, la política debe entenderlo: hay que asumir riesgos si se pretenden resultados distintos. ¿Hasta cuándo vamos a seguir como país agroindustrial disparándonos al pie con las retenciones a las exportaciones? La buena noticia es que el riesgo, en este caso es acotado: ya han demostrado algunas de nuestras cadenas la capacidad de reacción ante los estímulos. ¡Cuánto para dar tenemos las cadenas de valor de los grandes cultivos, pero también cuánto potencial existe en las economías regionales, tan postergadas por la falta de inversión! Ojalá que esto pueda terminar no solamente en una ley, sino también en una política de estado a futuro para la Argentina.
Es imprescindible lograr ponernos de acuerdo en lo que a Buenas Prácticas Agropecuarias se refiere, para terminar con las asimetrías generadas por regulaciones dispares a nivel nacional, provincial o municipal. O, peor aún, las intervenciones judiciales con criterios arbitrarios, muchas veces de consecuencias impredecibles.
Un país productor de granos a escala como el nuestro no puede permitirse seguir postergando una legislación de semillas moderna, que respalde la investigación genética y biotecnológica. Continuar dilatando esto, solo redundará en pérdidas de competitividad crecientes para la Argentina en comparación con otros países competidores.
También consideramos necesario definir una nueva ley de Biocombustibles, superadora de la actual y que permita potenciar a nuestras cadenas, disminuir el impacto ambiental en las ciudades del país, y cumplir con los acuerdos internacionales que hemos suscripto.
Para finalizar queremos agradecer el acompañamiento de todos aquellos que hoy están conectados en esta tan particular modalidad virtual de cierre de año que hemos logrado instrumentar.
Seamos optimistas y consideremos que el próximo brindis será presencial y en un contexto distinto. Muchas Gracias.
Luis Zubizarreta |
Miguel Cané |
Juan Martín Salas |
Alberto Morelli |
ACSOJA |
ARGENTRIGO |
ASAGIR |
MAIZAR |
Presidente |
Presidente |
Presidente |
Presidente |