Argentina y la región necesitan una nueva concesión de la Hidrovía Paraná-Paraguay para seguir siendo competitiva y apalancar sus economías regionales
La Hidrovía Paraná – Paraguay constituye hoy uno de los principales sostenes para el desarrollo socio económico de nuestro país y la región.
Argentina, un país agroindustrial con enorme potencial, que a diferencia de sus competidores está alejado de los principales mercados del mundo. Encuentra en el río Paraná el canal de acceso al corazón productivo otorgándole, de esta manera, competitividad.
En un mundo demandante alimentos, el transporte fluvial por este río es la clave para el desarrollo, la integración física y económica de las regiones mediterráneas. Torna competente toda la economía local traduciéndose en más y mayores inversiones y trabajo, importando y exportando más eficientemente.
El tramo de este río que conecta el interior profundo de Sudamérica con los puertos de salida de Rosario, es fluvial. Une a 5 países, configurando la verdadera integración, y derramando sobre las economías regionales generación de empleo, mayor competitividad y bienestar.
La Hidrovía Paraná- Paraguay constituye 3.442 km navegables. Opera volúmenes por encima de los 100 millones de toneladas, constituyendo un cauce de salida de aproximadamente el 85% de las cargas agroindustriales argentinas, el 90% de las paraguayas y el 50% de las bolivianas. Cuenta con 90% de los flujos de containers de Argentina y Paraguay y una porción importante de los flujos de Bolivia. Tiene un tráfico de barcazas de 20 millones de toneladas. Se transporta el 60% de las importaciones de gas licuado y casi la totalidad de combustibles de Paraguay. 4.500 buques entran cada año al sistema.
Tres decisiones históricas que marcan un antes y un después en la capacidad logística de la agroindustria de la región.
Entre 1987 y 1992 se lleva adelante el proceso de creación del comité intergubernamental de la Hidrovía. 5 países de la Cuenca del Plata se juntaron para optimizar esta vía y maximizar los flujos. Se logra una integración regional a través del sistema fluvial.
En 1992 se sanciona la ley de puertos Ley N°24093. Salida del antiguo sistema de elevadores estatales (JNG). Enormes inversiones privadas para la construcción de puertos modernos compitiendo entre si y la creación de consorcios de Puertos manteniendo fuertes controles a los flujos de exportación e importación por parte del estado nacional a través de diversas instituciones incluidas la Aduana Nacional, Prefectura y el SENASA.
En 1995 se inicia la concesión de la hidrovía, cuyo contrato fue ampliado posteriormente y renegociado en 2010 por el Decreto 113/2010. Esto constituyó una exponencial mejora en la profundidad del río y el sistema de navegación, permitiendo el ingreso de barcos más grandes, abaratando el flete y tornando competente los productos agroindustriales. Todo ello sin resignar la soberanía nacional en nuestros ríos y protegiendo la sustentabilidad ambiental
Durante 25 años esta inteligente política permitió mejorar la infraestructura enormemente, siendo sustentada por los mismos usuarios mediante el pago de peaje y conservando el estado la potestad de contralor del concesionario.
El resultado de éstos hitos se traduce en Argentina en:
- Inversiones privadas por más de USD 15 mil millones.
- Terminales fluviales en el río Paraná.
- Más de 30 modernas terminales portuarias marítimas
- 20 enormes fábricas de aceite en zonas afluentes
- Desarrollo de una eficiente industria del biodiesel
- 30 % de reducción de fletes de barcazas y marítimos
- 70 % de reducción de costos portuarios
Cientos de miles de puestos de trabajo de calidad generados de manera directa e indirecta. Toda una cadena industrial que se hizo competitiva, agregando valor y generando trabajo en los puertos y en todo el país e impactando de modo directo en el bienestar de todos los argentinos.
Gracias a estos 3 hitos y otros, entre ellos la adopción de la soja transgénica RR y de otras variedades modernas de semilla, la siembra directa, la aparición del silo bolsa y por sobre todo el esfuerzo de los productores, transportistas y trabajadores a todo lo largo del país, las cadenas agroindustriales crecieron no solo en producción sino también generando valor.
En los últimos 50 años la Argentina pasó de exportar 20 millones de toneladas de commodities a más de 100 millones de toneladas de productos agroindustriales.
Todo ello significó un salto cuantitativo y cualitativo para nuestro país, permitiendo el consecuente aumento del envío de millones de toneladas de granos a medida que aumentaba la producción
Hoy, Argentina necesita una nueva concesión para ir a la hidrovía del siglo 21, con controles por parte del estado y un proceso de licitación transparente, que conserve el esquema actual con la obra de infraestructura financiada, sin requerir erogaciones del estado.
Una mejor y más moderna infraestructura, preservando el medio ambiente, es clave para seguir apalancando uno de los sectores más dinámicos de nuestra economía, la agroindustria, permitiendo a nuestra Argentina salir de la crisis con más producción, mayores exportaciones, trabajo y bienestar, proyectando así un futuro mejor para toda nuestra gente.
Ingresa al video: https://www.youtube.com/watch?v=pEhs0NDCf-0